AAR FNG - Reconocimiento letal

Toca relato en Vietnam, con gente conocida,  y de reglamento el FNG en su segunda edición. Ideal para hacer campañas en Vietnam, es rico en detalles y muy inmersivo. Y orientado al juego en solitario o cooperativo. 

------------------

El calor pegajoso de la selva vietnamita se ceñía sobre los cuatro hombres como un sudario húmedo. El sargento Miller lideraba la pequeña patrulla de reconocimiento a través de la densa vegetación, machete en mano abriéndose paso. Tras él, avanzaban cautelosos Jackson, Kowalski y Rambo. Su misión: localizar un Jeep militar desaparecido que informes de inteligencia situaban en alguna parte de esta vieja plantación francesa abandonada.

Llevaban casi una hora serpenteando entre las filas de caucho raquítico cuando Jackson, el más joven del grupo, susurró: "¡Ahí está!". Un Jeep color verde oliva, inconfundiblemente americano, se encontraba parcialmente oculto bajo una lona raída al borde de un claro.

Miller hizo un gesto para que se detuvieran. "Kowalski, tú y Jackson, flanqueen por la derecha. Rambo, conmigo por la izquierda. Mantened los ojos bien abiertos."

Mientras se movían con sigilo, un grupo de figuras surgió de entre los árboles cercanos al Jeep. Eran al menos cuatro, portando herramientas. Ingenieros del Vietcong, pensó Miller. Al ver a los estadounidenses, sus rostros se crisparon en sorpresa y comenzaron a correr en dirección opuesta.

"¡Alto!", gritó Miller, pero su voz se perdió en el instante en que Kowalski lanzó una granada desde su lanzagranadas M-79. El proyectil silbó en el aire y explotó en medio del grupo vietnamita con un ruido seco y mortal. Los cuerpos se desplomaron entre la maleza.

Casi al instante, una ráfaga de disparos rasgó el aire desde detrás del Jeep. Una sección del Vietcong, emboscada y esperando a los ingenieros, había abierto fuego. Las balas silbaban peligrosamente cerca de las cabezas de los estadounidenses, impactando en los troncos de los árboles.

"¡Contacto!", gritó Miller, lanzándose al suelo. "¡Replieguen!"

Pero John Rambo no retrocedió. Con una agilidad sorprendente, se arrodilló y levantó su ametralladora M-60. El arma pesada escupió una andanada de balas trazadoras que iluminaron el claro con destellos rojizos. 

La primera ráfaga barrió la zona detrás del Jeep, haciendo gritar a los combatientes enemigos. Una segunda ráfaga, más larga y precisa, silenció las armas vietnamitas. El humo y el olor a pólvora llenaron el aire.

Miller se levantó con cautela, observando el Jeep. No había más movimiento. "Rambo... siempre tan eficiente", murmuró, con una mezcla de admiración y preocupación en su voz.

"Comprobemos el terreno", ordenó Miller. Se acercaron con cautela al Jeep, revisando los cuerpos inertes de los vietnamitas. Confirmaron que no había supervivientes. El Jeep parecía intacto, aunque con algunos rasguños recientes.

Tras una rápida inspección, Miller dio la orden de retirada. "No hay nada más que podamos hacer aquí. Informaremos del hallazgo y de lo ocurrido."

Los cuatro hombres se adentraron de nuevo en la espesura de la selva, dejando atrás el silencio mortal del claro y el Jeep robado, un pequeño pero sangriento episodio en la larga y brutal guerra de Vietnam. El eco de la M-60 de Rambo aún resonaba débilmente entre los árboles.